jueves, 2 de febrero de 2012

ANDALUCÍA, IMPRESIÓN DEL PARAÍSO 1 por CARLOS VILLARRUBIA



ANDALUCÍA, IMPRESIÓN DEL PARAÍSO es para mi un texto iniciático. Se estrenó en la ESCUELA DE VERANO de AGUILAR DE LA FRONTERA(CÓRDOBA), en el marco del seminario ANDALUCÍA, RESERVA EMOCIONAL DEL PLANETA. Por aquel entonces me encontraba en PERÚ realizando el documental de CÉSAR VALLEJO. GINÉS LIÉBANA, SANTIAGO AMÓN y JESÚS TABLATE leyeron mi texto en una semana por la que desfilaron FERNANDO QUIÑONES, TINA SÁINZ , GONZALO SANZ o CARLOS HERRERA. ANDALUCÍA, IMPRESIÓN DEL PARAÍSO significó un elemento de vinculación con la geografía simbólica andaluza, que me acompañaría en múltiples colaboraciones con creadores del SUR como MARTIRIO, JUAN LEBRÓN, PACO LOBATÓN, KIKO VENENO, JAVIER RUIBAL, RAQUEL TOLEDO, VICENTE NÚÑEZ, ALFREDO ASENSI, LOLA MORENO, CARLOS CLEMENTSON, JAVIER ANDINO, ÁNGEL GÓMEZ, JOAQUÍN PETIT , ALBERTO GUERRERO, GINÉS LIÉBANA, VIENTE NÚÑEZ y tantos otros. Para ilustrar esta primera entrega, el ABRE LA PUERTA NIÑA de TRIANA, que con su zapateado electrónico fue banda sonora de mi guión EVOCACIÓN BLANCA, emitido en TVE EL ARTE DE VIVIR, con dirección de LUIS CALVO TEIXEIRA y rodado en paisajes de las ocho provincias andaluzas con el punto de partida de la ruta de los pueblos blancos.



ANDALUCÍA, IMPRESIÓN DEL PARAÍSO 1

por CARLOS VILLARRUBIA


Andalucía es el recuerdo geográfico del nuevo paraíso, un pequeño planeta dentro del planeta. El tiempo selecciona los lugares mágicos; son esquinas del universo donde revive el origen. Y la puerta se abre; y el espacio gana la tierra de la generosidad. Andalucía sólo desvela su misterio a quien entiende el lenguaje húmedo de las emociones. Permanece sumergida, como un continente a la espera de una nueva edad; una edad que supera la era del frío.

Las fuerzas húmedas están debajo de la tierra;proceden de la mirada interior. Y en el agua está el origen; el comienzo de la vida que es vida; es el flujo líquido de las emociones. Esa fuerza originaria alimenta el paisaje andaluz, con un carácter animista.

Emerge-del centro de la tierra- una sabiduría ancestral, el ritmo de la naturaleza que permite reconocer al hombre elevado y no competitivo. La misteriosa quietud suena como música de fondo, marcando los pasos de baile, "al que está en su lugar, no le mueve nadie". Andalucía desvela el lenguaje del silencio, la búsqueda de los huecos desconocidos. Allí donde se selecciona el bosque positivo del ser humano.

Al contacto con la magia del paisaje ya somos otros; hemos vuelto a nacer. Las danzas húmedas invitan al desprendimiento. Hay que enterrar el código de miedo, el recuerdo convertido en cárcel solemne. La depresión nace de la desconexión con lo real, y lo real es naturaleza y arquitectura. Somos en uno mil; mil personas a la vez. Los depreherméticos se encierran, acobardados en la tristeza, en la ceremonia necrológica de la autodestrucción. Con la fuerza desintegradora del agua, el desmayo se pulveriza. Y nace la confianza en la comunicación en el pequeño planeta andaluz.

La geografía de las culturas abiertas al sol de lo emocional favorece la espontaneidad como ritmo de vida. Sólo lo que se produce en el patio de la concordia tiene carácter vinculante y sobrepasa el recelo de cualquier relación interesada.ç

Ha llegado la hora de volver a la plaza, al encuentro con la diversidad y la alegría, al contraste de nuestros temores. Para nombrar lo que aún no está nombrado, para hacer visible lo invisible. La vida es una secuencia de fragmentos... y para no perder el ritmo necesitamos animar lo inanimado; dotar de memoria a lo que permanece callado; hablar en y con el aire, porque todo está en el aire y todo puede leerse en la naturaleza.

Preparada la fuga de los territorios de la desolación nadie debe avergonzarse al sentir fascinación por un lugar. El entusiasmo no es un valor retrógado, De la tristeza hay que pasar a la observación de mundos elevados, buscando el hueco de la belleza. Porque la belleza sólo se muestra cuando se la llama con respeto; disponiendo las palabras con la perfecta arquitectura del origen.

La palabra partida es iniciática. En una palabra hay un pasado de palabras; en un paisaje, crecen los fragmentos animados de otros mundos, de otros territorios. Saber orientarse, buscar las culturas del sol para salir de la era del frío... es favorecer la geometría de la calma.

Todo suena entonces por primera vez, con la intensidad de lo que nace de un impulso emocional. Ahí está la arquitectura de las frases, la silábica cortina musical, el espíritu cordobés de CÁNTICO. Al partir las palabras y al partir de las palabras se inicia el viaje hacia las habitaciones desconocidas. Queda al margen la rutina.

Y aparece el país del duende, la región anímica de los duendes. Ángeles y demonios, envueltos en las danzas húmedas. El diablo benéfico sentado a la mesa, como huésped desarmado se la peligrosidad social. Las cosas prohibidas olvidan su vocabulario y se abre un espacio sin alambradas.


CARLOS VILLARRUBIA

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