lunes, 23 de enero de 2012

POR LA CIUDAD DE TUS OJOS(OCEANO PACÍFICO) por CARLOS VILLARRUBIA



POR LA CIUDAD DE TUS OJOS es el texto que leí en la madrugada de CADENA DIAL, programa OCEANO PACÍFICO, de mi gran amiga y musa de los noctámbulos MARÍA QUIRÓS. En su espacio, allá en la mítica octava planta del número 32 de la GRAN VÍA madrileña, MARÍA me entrevistó largamente en dos emotivas ocasiones con motivo de mis presentaciones poético-festivas en la capital. Luego tuvo la gentileza de leer infinidad de poemas míos en la noche omnibus de los que buscan el puerto del amanecer. Las sobremesas en Nebraska-El Comercial o Zahara fueron todo un disfrute de conversaciones con María, a quien también agradezco su activa participación en mis encuentros de creación en ECOCENTRO-MADRID y en las fiestas poéticas de VAIVEN, PUB OLIVER o GALERÍA ESTAMPA. Acompaña el texto una canción que habla también de madrugadas, NO MIRES HACIA ATRÁS, de MIGUEL RÍOS, con quien tuve oportunidad de colaborar en su programa FIEBRE DEL SUR, de la mano de PACO LOBATÓN buscando claves de GARCÍA LORCA. MIGUEL sé que cantó por ahí en privado el tema que escribí con HILARIO CAMACHO, LICANTROPÍA.


POR LA CIUDAD DE TUS OJOS (OCEANO PACÍFICO)

de CARLOS VILLARRUBIA


Por la ciudad de tus ojos corre el agua en canales que acarician el musgo de siglos bajando la escalera de nuestras miradas. Te lleva en volandas como una góndola la alegría. Barcazas que son casas flotantes donde muere la esgrima de quien te olvida.

Por la ciudad de tus ojos nunca me siento extranjero, aunque tu voz siempre suene a canción nueva que escribe su estribillo con mis latidos. Lágrimas-semilla esparcen el mensaje de la fecundidad en el espacio invisible que entre tú y yo se dibuja. Son como lamentos de un cielo celoso de tanta visión a ras de suelo. Nuestra furia empolva el horizonte a modo de tornado colérico.

Vuelvo de tu olvido como un sol antiguo que habla sin quemar sobre la piel del mar. Nazco en cada esquina, vivo en cada huida. Soy el manantial que fluye sin ahogar ninguna voz. Que aún lucha por un adiós-tesoro que quiere conservar.

Tiemblas; no es de frío. Sólo habla el sonido con su dulce red... sabrá dejarme ser. Las águilas respetarán mis niñas palabras. El eco volverá a su voz y nadie usurpará ningún papel.

El atlas vuelve a enhebrarse. Que tu retrato nunca se desfigure.¡Que viva la deriva, el camino-sorpresa, la respuesta bendita que apaga la rutina¡. Como el descansillo de una larga escalera, que te abre con misterio un pasadizo hacia el espacio que suena, donde creces sin ataduras; donde puedo imaginarte habitando los canales que nacen por la ciudad de tus ojos.

Puedo mentirte en la noche de Amsterdam, tal vez en Brujas invitarte a recordar. Puedo inventarme una historia para mi por si Venecia nos regala un carnaval. No sé que tienen las ciudades que se abren en canal; será que quieren que te llama sin cesar. Tal vez tus ojos nunca avancen hasta el mar... si yo acudo a por tus lágrimas. Si no me atrevo a hablarte a la noche en Brujas, Treviso o Amsterdam.

Por la ciudad de tus ojos quiero mi escalera de caracol al fin bajar. Y no salir de ti. Quizá comprendí que para amarte bien sólo he de descender de mi.

Y una ciudad con canal tocará su noche de Brujas para dos almas gemelas que al fin dibujan un horizonte de calma.


CARLOS VILLARRUBIA

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