miércoles, 21 de diciembre de 2011

EL ARTE DE ESPERAR por CARLOS VILLARRUBIA al hilo del poemario LA VOZ EN LA MEMORIA de RICARDO FERNÁNDEZ MOYANO



(Este texto es un comentario en paralelo al poemario de mi gran amigo y colaborador en innumerables encuentroliterario-festivos, como los que dirigí en ECOCENTRO MADRID, en ACCAI o en la UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA, RICARDO FERNÁNDEZ MOYANO.LA VOZ EN LA MEMORIA es un magistral paseo por la misteriosa transición ida y vuelta vida-memoria-muerte-nostalgia-acción emocional. Para ilustrar el artículo he seleccionado un tema de GEORGE HARRISON, what is life. A gEORGE le dedica Ricardo uno de sus poemas. Por cierto, ya está a la venta el último poemario de RICARDO, RITUAL DE IDENTIDADES, que creo que tendré oportunidad de presentar en el área barcelonesa)


EL ARTE DE ESPERAR

por CARLOS VILLARRUBIA

-Al hilo del poemario LA VOZ EN LA MEMORIA de RICARDO FERNÁNDEZ MOYANO.

Como en el cuadro de Magritte, los días crecen bajo el imperio de las luces. El latir del Universo sobrevive al aguijón continuo de la muerte. Todo renace y un vaso de verbenas puebla el jardín deshabitado. Ricardo Fernández Moyano, en lA VOZ EN LA MEMORIA,resucita palabras, mira cara a cara a la desolación atando fuerte el hilo invisible que nunca se rompe, el de la raíz-madre, el de la casa-cuerpo; la callada sinfonía de la ternura que nos dio la vida. En la ruta de las evocaciones blancas de Cernuda-"Birds in the night"- se atreve a cruzar la puerta del misterio. Aún podemos subirnos como legendarios orates a las azoteas para cantar el GET BACK como The Beatles en la película Let it be. Tal vez, Harrison , en suvuelo de guitarras, encuentre algo familiar que enlace rutas en el cielo con los poemas de Ricardo. WHAT IS LIFE y todas las cosas pasan sin que a menudo-como escribe el amigo Aute-"rocemos ni un instante la belleza". Salvamos-entre mesas camillas y vuelos de navegante cibernético- el placer de la pausa, el dulce y respetuoso silabeo que deja hablar al silencio. Fernández Moyano sabe escuchar, está acostumbrado , como el maestro José Bergamin, a " esperar esperando", y en la estela de José Ángel Valente, a demorarse en el advenimiento de la aurora engendrada por la noche. La calma es producto de la depuración de la ansiedad. No viene de un abracadabra hechicero; hay que domar excesos verbales para que el poema ofrezca ese activo reposo de la móvil quietud, como nos enseña María Zambrano.

A rachas golpea el instinto de la destrucción, pasos en la niebla, damas del alba, trampillas exquisitas para rendirnos ante el peso del mundo. En la escuela del haiku, Ricardo ha crecido en la humildad de lo esencial como reclamaba César Vallejo. Sólo lo que del alma amanece mágicamente dispuesto a modo de poema. Sin arquitecturas previas, sin piruetas de arlequin. Acuden la mística, Pedro Salinas, Jorge Guillén y el tic tac rítmico de José Hierro a dar vínculo conceptual al poemario. Adiós al agobio; el reloj no nos desborda. Sentamos en la mesa a lo oculto porque vivimos en la transparencia de lo invisible y no nos ahogamos en el miedo.

Más ligeros, sin más carga de recuerdos-rastrojo, de palabras heridas recibimos el mensaje de reconciliación con la vida que respiran los poemas de Ricardo. En su álbum de instantes siempre queda lugar para ver la vida pasar... y sentir y sentirse sentidos... y existir nuevamente vividos.

Al vacío el olvido, al desván la tristeza y en el óleo una foto de quien siempre espera, la madre-raíz-Naturaleza, la tradición del amor siempre luz en lo oscuro, siempre caricia-nunca derrota... porque prevalece la vida .

                           
                                            CARLOS    VILLARRUBIA

-Este texto se publicó en el blog de Ricardo, LA VOZ EN LA MEMORIA y en su web

1 comentario:

  1. Gracias Carlos por publicar en tu blog esta estupenda reseña de mi libro y gracias también por la canción de Harrison, era mi beatle favorito. Por supuesto que espero que puedas presentarme en Barcelona o alrededores, ya me dirás mi nuevo libro cuyo verdadero título es Rituales de identidad y que pronto tendrás en tus manos.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar