(LA ROCA DE LA PACIENCIA nace de las conclusiones de los seminarios que impartí en LA SEU D´ URGELL con los títulos de SECRETOS DEL ALQUIMISTA y TU PÁGINA EN BLANCO. Fueron encuentros de desbordante intensidad emocional con grupos de una veloz dinámica en los flujos sentimentales. Romper ataduras, deshacer nudos y convertirlos en lazos de amistad-Ahí está el SECRETO CERCANO)
La creación necesita de un proceso de introversión, donde el yo exhibicionista se disuelve en la totalidad, en la conciencia de unidad. Te sientes parte de todo y un todo en partes. Sentado en la roca de la paciencia-como diría el maestro YORGO SEFERIS- o en el muelle de la bahía... fluye la calma frente al océano impetuoso. Ya estás ahí- de orilla a orilla- en el tránsito continuo. Y el gota a gota tiene un sentido de supervivencia que te da la justa medida de lo que conviene a tu vuelo de crucero. En la roca de la paciencia la silueta femenina ya no es la musa con presencia de diosa... ni la dama cautivadora eje de las fantasías eróticas; es la pantalla de lo lejano con el guante de seda de una sonrisa pacificadora. Somos diferentes al reflejo que ofrecen nuestras fotografías. Estábamos ahí, en secreto, aprendiendo tímidamente de la vida en el cristal opaco, en el charco que boicotea cualquier salto a la realidad- En la roca de la paciencia dejamos pasar el estruendo. Involucrarse sin la aspereza cotidiana. Si te sabes en la ola luego tendrás que achicarte y buscar el museo de la nostalgia . Pero la gata sigue sobre el tejado de zinc y la tristeza pasa en ambulancias blancas. Me quedaré sentado en la roca de la paciencia, allí donde el desgaste del tiempo acabe definitivamente por reconciliarme con la belleza.
CARLOS VILLARRUBIA
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