QUE NO PARE LA ACCIÓN EMOCIONAL de CARLOS VILLARRUBIA

Por si te mueves, por si despiertas del letargo que ya es hora.Afuera, tras los visillos , hay un sanísimo
 aguacero que limpiará de toxinas tu alma.Este artículo lo publiqué originalmente en diariodespertador.com.Para ilustrar el texto el NO SERÁ de Lone Star, del mítico álbum HORIZONTE.Gracias a su creador Pere Gené por los ratos de conversación en la Barcelona Universal y en la jugosa entrevista que me concedió para la revista OZONO.



                                     QUE NO PARE LA ACCIÓN EMOCIONAL

                                        de CARLOS  VILLARRUBIA


                                  Por si te mueves,por si despiertas del letargo que ya es hora.Afuera, tras los visillos, después de las máscaras hay un sanísimo aguacero que limpiará de toxinas tu alma.Las calles del ayer te parecerán diminutas y los rascacielos sencillas maquetas para enhebrar espacios imaginarios.Todo se relativiza con el paso del tiempo si tu melancolía no se queda en nostalgia, si recuperas el impulso oceánico de la saudade.sentimiento que sabe lagrimear por tus corredores-corredoiras para realizarte una maravillosa limpieza de nudos y atrasos.También lloras por dentro y es bueno porque aún tienes humedad, aún vienen a verte nuevas ilusiones.Toca a arrebato el sentimiento para que recuperes la acción emocional.Ya sé que los hilos de la malasombra siembran de desánimo el día a día, juegan al ajedrez del apocalipsis reservándose siempre un último jaque mate.Pero hay que desarmar el montaje delatando lo hueco del ídolo de pies de barro.Ahí está el vacío, poder relleno de nada, cataclismo de cartón que sólo espera paralizarnos, congelarnos en definitiva el alma.Por si te mueves sí, porque afuera hay vida por sentir, sueños convertibles en realidad.Como escribo en SAUDADE DE BRASIL, Nada merece la pena si tú no lo vives con intensidad, es el tiempo una condena si por la rutina te dejas llevar.Los problemas se empequeñecen cuando se contrastan en un clima afectivo, sencillamente descubrimos que lo que nos agobia hoy ya lo ha sufrido o sufre otro ser humano en el carrusel de las peripecias.Nada pues es tan definitivo como para paralizarnos cuando todavía nos late un germen de vida.Somos desde nuestra aparente fragilidad fuentes de energía, capaces de superar obstáculo tras obstáculo.Sobreponerse es todo.


                                           CARLOS  VILLARRUBIA