(A lo largo de mi vida, en los cruces del destino, cuando ya tenía asentadas raíces en un lugar, la ruta me ha invitado a descubrir nuevas ciudades y experiencias. Lo que primero me propició vértigos y llantos, me ha dibujado con el tiempo un candil de amigos, afectos y fuentes de creación)
Una sola y fugaz carretera
en las autopistas de mi corazón
la serpiente de un día cualquiera
y un soplo de enero en esta noche fría
Una vieja y lejana maleta
en el cuarto escondido de la desesperación
Después de tanta entrega
cuando ya nada queda
de todo lo intenso
qué feliz fui mar adentro
Adiós dolor, adiós rencor
aunque llama de vida
no te acierto a encontrar el color
y te doy despedida
Un pañuelo que flota en el aire
buscando la deriva de algún temporal
el desierto que avanza en el alma
y lloro por un sueño que ha quedado atrás
Pero el tiempo al final me ha enseñado
que el verdadero sueño estaba por llegar
Confieso que aunque herido
soy duende renacido
y vuelvo a lo intenso
mi lugar, el mar adentro
CARLOS VILLARRUBIA
hermoso!!!
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