Baja el agua en cascada como el río que nos lleva. Una catarata de voluntad convierte en posible lo imprevisto. JOSÉ LUIS SAMPEDRO descubre margenes para la ilusión. Desde su origen como economista le saca los colores a la fantasía ultraliberal. Estamos en el amanecer de una nueva era sin cielos de falsos pajaritos a lo New Age. ¿Hasta cuándo seguiremos esperando a que nazca un más allá de las estrellas? Si en el más acá crecen todas las líneas de conexión con lo divino. En la conversación paseada, en la charla animada del trotamundos crece la palabra de JOSÉ LUIS como semilla de aire renovado en el hipermercado cultural. Su conciencia ecológica devuelve las riendas de la vitalidad a un mundo apagado. El hombre debe subrayar su carácter específico con una exploración permanente de la creatividad. Ser autor y crear con lo más próximo, uno mismo. Y así va y nace la fecundidad de quien corteja cualquier soplo de sensualidad ética que se cruza espontáneamente por las esquinas. SAMPEDRO mira desde su terraza el reloj de la Telefónica madrileña con la sonrisa distante de quien se sienta a esperar el derrumbe de los imperios de la ansiedad. Y así se divierte en el laberinto con salidas humanistas. Su OCTUBRE OCTUBRE, LA SONRISA ETRUSCA... giran en torno a los colores de la geografía emocional. Allí donde sólo se humedece lo que se nombra con el puntero de la pasión.
El viejo CHICOTE nos habla de AGUSTÍN LARA, de citas clandestinas y de la alegría de vivir que vibra en su puerta giratorio. LA GRAN VÍA de la metrópoli rueda en pendiente hacia RECOLETOS y JOSÉ LUIS desde su ilusión inagotable da el brazo a cualquier brote de belleza activa en las actitudes de la sociedad. Geiser anímico a toda potencia. SAMPEDRO no ha caído en la seducción de las tertulias. Su soledad creativa está tan multitudinariamente acompañada que el ruido no perturba a la memoria. Cuando TEDDY BAUTISTA me encargó una reposada entrevista con JOSÉ LUIS SAMPEDRO para la publicación de la SGAE, allá por los albores de la crisis de los noventa, tuve el privilegio de descubrir a un sabio. Sabio de la sabiduría con raíz, de la que sólo se adquiere al escuchar con atención la música de fondo del alma humana. Una línea del cielo, de los mapas estelares frente a la rutina de lo tosco, de lo vulgarmente horizontal ; la rebelión de nuestro doble anímico, del eco sonámbulo que está perdido en el bosque de las aspiraciones bloqueadas. Y así crear recreándose y elevar a la superficie las ciudades invisibles. Con JOSÉ LUIS SAMPEDRO creo que los vaivenes de la economía son síntomas culturales, indicios de un mundo que se despide y que abre la puerta a otro diverso y fragmentado en millones de secuencias. Un mundo de oportunidades para recuperar la voz agobiada por barreras artificiales.Un mundo para vivir con otro ritmo. Una vida para vivir.
CARLOS VILLARRUBIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario