miércoles, 11 de mayo de 2011

PALABRAS MAESTRAS 3.- VICENTE NÚÑEZ, LOS HILOS DE CÁNTICO

                  Vivir en el teatro de la oralidad es el pasaporte contra el destierro de los largos silencios. VICENTE  se acerca a mi familia creativa como geniecillo de leyenda centroeuropea. Habitante del bosque hermético que se va de los pescadores de bajura con la fuerza del monstruo del LAGO NESS. Su POLEY mítico es la plaza octogonal de AGUILAR DE LA FRONTERA. Desde su "TUTA", taberna-aeródromo-academia consigue elevar la supervivencia a categoría de lujo. Cuando todos buscaban la brillantez a pié de página, VICENTE sacó del arcón los oficios de chaman. Para frotar piedra contra piedra y alimentar el fuego de la creación continua. Porque el roce no es la fricción; crea concordia. Y así- primero en la memoria de GINÉS LIÉBANA y luego en los artículos de LUIS ANTONIO DE VILLENA en "EL PAÍS" sobre el príncipe cordobés de AGUILAR- algo se preparaba al doblar la esquina del tiempo para el encuentro con VICENTE. Fue la presentación de "PENUMBRALES DE LA ROMERACA" de GINÉS, en las BODEGAS CAMPOS de CÓRDOBA, junto a MARTIRIO, MERCEDES VALVERDE CANDIL, LUCÍA BOSÉ, EDUARDO MARMOL, CARMINA GALVEZ. Compartimos el prólogo escrito y el prólogo continuo de la conversación, que ya nunca nos abandonaría hasta el final de una vida que ya es en sí principio de semilla generadora. Lo que empezó como amago-duelo de brillantez oral se transformó en volcán de cariño y respeto porque viajábamos en el mismo tren; sufríamos idéntico proceso de amnesia oficial y, sin embargo, la voluta de la alegría marcaba su dibujo en el espacio.Noche inolvidable, garganta profunda de la mujer cordobesa. Y se fue acercando la madrugada, entre canción y canción, entre patio y querencia, entre hojas amarillas y un verano por explotar.

                   Era verdad lo que me contó JOSÉ LUIS CANO en la pendiente de ALONSO MARTÍNEZ; era verdad... la tradición de CARACOLA-CÁNTICO aún vivía , amagada en la herida del tiempo, en la sortija sensitiva de VICENTE. Más tarde, nuestro encuentro de HILOS DE CÁNTICO en el HOTEL MELIÁ de CÁCERES, bajo la coordinación de ROSA PERALES, fue otra fiesta de la palabra. VICENTE  se iba de CHIQUETETE  al maestro RODRIGO pasando por la copla embajadora de todos los sentidos. Sueño de escenario, niño en el patio  de la concordia manejó el lenguaje del silencio rescatándolo del rencor. Así sus sofismas se convirtieron en un dardo frente a la torpeza de una crítica que quiso verle tendido en la cuneta con la daga de la marginación clavada en el ánimo. Los oficios de FINA DE CALDERÓN propiciaron otra tarde mágica en el CENTRO CULTURAL DE LA VILLA con SÍLVIA MARSÓ, ROSA PERALES, RAQUEL TOLEDO, LIÉBANA y el espíritu de VICENTE revoloteando. Sé que a veces se asomaba a los labios de VICENTE  el licor de la derrota, pero lloró esperas íntimas con la galanura del jinete solitario. Sus cartas son delicia para un nómada como yo. Letra caballerosa y pulcra, de caligrafía aristocrática que no ha borrado el polvo del camino. Para VICENTE NÚÑEZ, las flores de mi memoria nunca se marchitan. En conversación con VÍCTOR ANDRÉS CATENA, luego megahombre de teatro desde LA LATINA  a los escenarios de la GRAN VÍA, la llama de la juventud literaria en la UNIVERSIDAD DE GRANADA alimenta el hechizo biográfico de VICENTE. Sobre los claroscuros de dramas y pasiones nada me importa.

                   La brisa de CALAFELL( TARRAGONA) me acerca las páginas de su poblador-fetiche, CARLOS BARRAL, compañero de servicio militar de nuestro VICENTE allá por la circunferencia de RONDA.Soliloquios, confesiones y admiración mutua por VICENTE ALEIXANDRE. Paralelos o no, GIL DE BIEDMA y el príncipe de la plaza octogonal juegan aún al ping pong de la conversación intemporal, entre la tierra y el cielo.Seguro que a orillas del GUADALQUIVIR, la silueta de CERNUDA escribirá sombras blancas cuando quiera adelantarse el amanecer y la noche aún conserve quiebros de esperanzas.




                                                 CARLOS  VILLARRUBIA














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