domingo, 23 de junio de 2013

EN SIMPATÍA de CARLOS VILLARRUBIA



En simpatía, en conexión eterna con lo mejor de ti la niebla enmudece y se abre paso la claridad.La magia pide vela y el corazón candela y todo se ilumina y puedes renacer.Este texto lo publiqué originalmente en diariodespertador.com.Para ilustrarlo, el sonido de la Barcelona más cosmopolita, la Barcelona sin fronteras de Dani Macaco y el runrún de la hermandad creativa.



                                     EN SIMPATÍA

                                   de CARLOS  VILLARRUBIA


                                       En simpatía, en conexión eterna con lo mejor de ti la niebla enmudece y se abre paso la claridad.La magia pide vela y el corazón candela y todo se ilumina y puedes renacer.De todas las cenizas, de todos los retrasos, detrás quedan las trampas y el pasado cruel.En armonía, sembrando paz en todos los seres que te habitan.Sombras y dichas, viejas rencillas, qué lejos quedan las calles del rencor y el barrio melancolía.Con las botas gastadas pero con entusiasta primavera en el alma despejas el ayer de afrentas y recelos y en el desasosiego no te demoras más.Ni un solo segundo para el abandono en el desierto.Ni una sola oportunidad a la desgana o al desaliento.Te tienes a ti y a toda la memoria del Universo, viaja contigo, siempre te arropa cuando dispara la oscuridad sus malas artes.Que no te quiebren ni te acomplejen, eres lo mejor que te ha podido ocurrir.Sorpresas al andar tiene el camino como escribí en aquel country, los pasos ya no saben a perdidos porque el viento fugitivo te rescata en un soplo del olvido.Sí, sorpresas al andar tiene el destino.En simpatía, en perfecto transbordo de emociones la vida pasa en un teatro simultáneo, no nos conformemos con ser simples espectadores.En la concordia, en las conexiones naturales crecen empresas invisibles capaces de levantar a la más famélica economía.No exportemos más tristeza, sabemos producir alegría y acción emocional, también sabemos guiar nuestros pasos hacia el lado bueno de la vida. Que no nos asuste la posibilidad de sentirnos bien.Las calles del futuro se abren de par en par a los corazones comprensivos, que conocen el arte de esperar y saben afinar el alma para recuperar la melodía extraviada en el vals caótico de ruido y rascacielos.En simpatía, en conexión eterna con la belleza creativa.


                                       CARLOS  VILLARRUBIA

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