jueves, 26 de enero de 2012

L´HOSPITALET MEMORIA Y RITMO 8 por CARLOS VILLARRUBIA. LOS AÑOS NO DUELEN SI ERES FUTURO



L´HOSPITALET MEMORIA Y RITMO es un viaje por las transbordos emocionales de personajes, países y experiencias del alma nómada con el punto de encuentro de la ciudad donde crecí. Todo pasa tan rápido porque todo ocurre en un instante infinito. Para acompañar esta entrega la canción de mi amigo de tantas conversaciones en Arturo Soria-Madrid y de las entrevistas en Onda Madrid, el autor y cantante argentino ROQUE NARVAJA y la profética YO QUERÍA SER MAYOR. Vaya el texto también como homenaje a mis amigos y familiares argentinos. Buenos Aires y buenas artes


L´HOSPITALET MEMORIA Y RITMO 8

LOS AÑOS NO DUELEN SI ERES FUTURO
por CARLOS VILLARRUBIA

No me duele asomar la cabeza a los territorios del naufragio, a las plazas de dura estructura, a la mirada perdida de los marginados del amor. Yo también tuve penas y me sentí vencido pero al pasar del tiempo hay afectos sellados por el beso de lo sagrado. Las calles por donde circuló el tren del deseo nunca se moverán. Faros en la niebla cuando el rumbo incierto del navegante todo lo confunde. Ahí está Hospitalet con su almohada de sueños. Tan próximo; en las viejas maletas que arrastré por Berlín, en las autopistas de mi corazón, en el hotel de mi mente. Desde Estrasburgo en la Petite France, por el barrio lisboeta de la Alfama, en la piazza romana de Navona siguiendo el compás de las fuentes de Bernini. Ahí late la ciudad de los años que me formaron como lunático soñador en el bazar de las utopías. De cuando con mi hermano cruzamos montañitas de barrizales más allá de Gran Vía; de cuando retransmitía partidos con el palo de la escoba en los pasillos del cuarto primera bajo el tórrido terrat. Hoy como ayer, que diría el galante maestro Enrique Llovet, sólo nos alimenta lo que depura el tiempo como esencial. "Quedan tan lejos las horas bajas", así lo escribí con Teo Cardalda para el grupo gallego Cómplices. Atención, las calles de la infancia no deben retenerte en la ratonera de la nostalgia. Es un vapor de estrellas que reescribe la crónica del presente intemporal. Cuando desde la Plaça dels Avis vuelan las mariposas en el vals de Danny Daniel toda la alegría contenida sale a pasear en el teclado del baile de los jubilados. Es como una sinfonola de verbena light por Comercio, Anselmo Clavé, Muns,"quiero bailar sí, el vals de las mariposas contigo". Quedan los ecos del rodaje de "Tapas", la participación del barrio y las simpatías despertadas por María Galiana. Salvador Pániker, desde Castellet, seguro que subrayaría la experiencia como otro sonido de lo fundacional. En el retrato literario que del filósofo elaboré para la Revista Hispánica.com ya explicaba los vaivenes del ayer-ahora es hoy. "Yo quería ser mayor",cantábamos con el amigo argentino autor de "Santa Lucía", Roque Narvaja, en el Madrid de la movida allá por Arturo Soria. Pero los años- como en la canción- me devolvieron a la arena. Y allí renací al modo del cuadro del pintor extremeño Eduardo Naranjo, más allá de la desolación. Paciencia, si la playa te devuelve hasta las olas. Vive con intensidad tu memoria con el vértigo de las norias de feria. Hay-también- manzanas acarameladas, dulces de algodón, regalices al salir del Cine Victoria en la Carretera de Santa Eulàlia.

Recibo carta desde Miami de "Los Españolísimos", De Raymond y José María. A J.r. Margenet le cuento historias de nuestro Hospitalet común , del barrio de Sant Josep, de los pasos infantiles por Carrilet, Prat de la Riba , del amor a la figura protectora y eternamente amada de la madre. "Qué bonita es Barcelona, perla del Mediterráneo". El aeropuerto de Barajas es la madeja del azar . Y el clásico cantante melódico de los setenta, De Raymond, el de "Mi rancho" y "La noche en la playa" del amigo Juan Pardo, el Margenet de las calles de Hospitalet ahora convertido en estrella de la copla, el bolero y los pasodobles en los escenarios de América,como parte del dueto Los Españolísimos. Era de Jorge Sepúlveda, Juanito Segarra, Bonet de San Pedro. De fiestas populares en Hospitalet, allí por la plaça del Ajuntament. Y en el repertorio del dúo el " Tres veces guapa", "Cántame un pasodoble español", "Francisco Alegre" y las flores arrevistadas de Luis Aguilé que adornan sus espectáculos en New York, Los Angeles, Miami.

Templetes y orquestinas, galanes y sombrilas, vedettes canela fina y el duende que amanece. Y escuchar a los abuelos del lugar hablar de "La Pérgola","Piscinas y Deportes" y de aquellos crooners que enamoraban a la primera gran generación del tocadiscos... José Guardiola, Ramón Calduch.

Bajo por Solanich i Riera hacia Torrente Gornal; paro en Cotonat para enviar el texto "El arte de esperar" al hilo del poemario de mi amigo poeta Ricardo Fernández Moyano(La voz en la memoria), incansable y brillante participante en los encuentros de creación afectiva que organizo periódicamente en el Ecocentro madrileño. Luego accedo por las escaleras mecánicas de Vicenç Martorell a la altura de Llançá . Hospitalet siempre ha sido tobogán, trepar de barrios hacia la urbanización de espacios vacíos. Vienen a mi cuaderno los paisajes del Amsterdam de Ces Noteboom , ese ganarle tierra al mar como aquí el habitar lo perdido en el espacio y en el tiempo. Épica de pioneros capaces de sacar agua de las piedras. Porque al atender el mensaje del viento comprendes que la vida está en el aire. Pendiente de un hilo en la rotonda donde confluyen azar y destino. Un monumento dedicado a Anselm Clavé indica el giro de la ambulancia por Isabel la Católica hacia la Creu Roja. La mañana lucha por romper en la Plaça de la Mare de Deu del Pilar mientras los churros de O Casiñas citan al trabajador con el último abrevadero en la ruta de los elefantes nocturnos. Todo es contraste, "y nace el sol y da muerte a la muerte",canta Aguaviva desde mi colección de viejos vinilos sobre versos de Alfredo Mañas. La tarde abre de nuevo los ríos de la vida y escribo mentalmente bajando por la Avenida Poniente, "los años no duelen si eres futuro, indicio de amores y nunca un muro"


CARLOS VILLARRUBIA


No me duele

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