martes, 14 de junio de 2011

PALABRAS MAESTRAS 5.- ANTONIO BUERO VALLEJO, LA ÍNTIMA ESPERANZA

      

                             Corazón de tango, explorador de laberintos, de los colores de VELÁZQUEZ  a la huella de GARCÍA LORCA  o MIGUEL HERNÁNDEZ, ANTONIO soñaba sonriente el retrato de su padre. GENERAL DÍAZ PORLIER  era su calle, la que arropaba el noctámbulo vagabundear del bolígrafo a la búsqueda de tragaluces o sueños de la razón. Esperanza, realidad fantástica y de MADRID al infinito.MANUEL RIPOLL, realizador, vecino y amigo de BUERO coincidió conmigo en viajes y programas de "EL ARTE DE VIVIR" en TVE, de AMSTERDAM a BERLÍN, de EDAM  a LA HAYA. Entre hoteles y vuelos evocábamos al BUERO cotidiano, el tierno farero de los vacíos del alma. Luego don ANTONIO me regaló en las ondas madrileñas de GARCÍA DE PAREDES sentidos poemas sobre VELÁZQUEZ ("Palaciego de grises... alerta siempre hacia el hispano abismo, pero el amor te salva de ti mismo") o LORCA ("VICTORIA iba a mi lado... la tarde era muy pura, y aspiramos olor a serranía") VICTORIA RODRÍGUEZ, el amor amante, el regalo de la madurez plenamente acompañada.

                             BUERO tejió la ciudad de la escalera, de la fiesta agridulce. Un MADRID con IRENES, jueces, madrugadas, seres preguntándose por qué la metrópoli aparenta moverse a toda velocidad y, sin embargo, a veces dormita como sirena varada. MADRID del barrio de SALAMANCA, de los paseos por ORTEGA Y GASSET, JUAN BRAVO, ALCÁNTARA, RAMÓN DE LA CRUZ; atalaya para el observador observado. "LEÑO" cantan en el retrovisor "tienes entre las cejas libertad". RAMONCÍN se interés por los episodios familiares de  BUERO. El vértigo de los años no altera la paz del corredor. Allí el autor recordaba la ESCUELA DE BELLAS ARTES, los estrenos, la lista interminable de teatros: ESPAÑOL, BENAVENTE, REINA VICTORIA, MARAVILLAS, LARRA. Criaturas de lo invisible debatiéndose en el sentimiento trágico de la vida. Hoy, recuerdo a BUERO cercano y tierno abriéndome sus alas de soñador y quijote apasionadamente romántico. Pieza clave en la biografía sentimental de MADRID. Guía por la ciudad interior elevando a la categoría estelar a humildes seres anónimos, los que a menudo hablan a solas con nadie. Ante la ceguera, el candil libre del ser humano. Todo por sentir, que canta iniciáticamente AUTE. Le hablo del tango que me cantaba mi padre de niño, "LA CIEGUITA" y él lo subraya con gracia porteña. De ahí a "MI BUENOS AIRES QUERIDO" o "MELODÍA DE ARRABAL". GARDEL, TROYLO, SANTOS DIESCEPOLO  en la voz del PREMIO CERVANTES era un regalo anímico contra cualquier sombra de solemnidad-

                              "Procuro encontrar el camino seguro, que me saque del túnel oscuro, donde el tiempo me invita a vivir; presiento que mi vida es como un laberinto, que me ofrece caminos distintos, por qué siempre me obliga a elegir..."... Escribo la canción en la estela de SERGIO GODINHO en SINTRA, magnético luar-talismán de PESSOA, camino de todos los desasosiegos. Releo "EL TRAGALUZ" de BUERO y vuela mi rotulador por los apartamentos de IONESCO, las cárceles del alma y los signos del miedo. "Todos somos seres en nuestro propio laberinto", me repetía el autor de "En la ardiente oscuridad". MADRID extendía su alfombra de primaveras lluviosas y MANOLO RIPOLL me hablaba del querido HILARIO CAMACHO, voz de la banda sonora de su serie "TRISTEZA DE AMOR". Ciudad de habitantes del infinito, seres iniciáticos del amor en fuga. Y BUERO, desde la palabra eterna, reconstruyendo lo humano que aún queda en el hombre para ver un más allá después de las ruinas.


                                            CARLOS  VILLARRUBIA







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